
Cuando los pensamientos están ansiosos e inquietos, lo mejor es irse de noche a la orilla del mar para mirarlo como se mira a una madre que duerme y cuidar cada respiro hasta aprender a oír ese hálito que parece decir “Ábrete a las cosas y sueña”.
Entonces el mar los ahoga y los manda lejos con sus grandes sonidos anchos, los purifica con su ruido e impone un ritmo sobre todo lo que en nosotros es desorientado y confundido porque el mar es nuestro confidente, un amigo que absorbe todo lo que le cuentan sin revelar jamás el secreto confiado y que da el mejor de los consejos.
Si el ruido del mar supera el de los pensamientos, estarás en el mejor lugar. Está dotado de un poder tal sobre nuestro ánimo que puede llegar a hipnotizar; como, en general, puede hacerlo la naturaleza con sus tres sonidos elementales: el sonido de la lluvia, el sonido del viento en un bosque primitivo y el sonido del océano en una playa. .
En el mar la vida es diferente. No está hecha de horas, sino de momentos. Se vive según las corrientes, las mareas, siguiendo el sol, la luna. Por eso, de pie delante del mar, maravillado de la propia maravilla, nos abrimos a los regalos del aire, y los colores y las formas y las vibraciones nos entran y salen del pecho con la misma facilidad con la que atraviesan una ventana. Tanto que no se sabe dónde empieza el final del mar. O más aún: ¿a qué nos referimos cuando decimos mar? ¿Nos referimos al inmenso monstruo capaz de devorar cualquier cosa o a esa ola que espuma en torno a nuestros pies? ¿Al agua que te cabe en el cuenco de la mano o al abismo que nadie puede ver? ¿Lo decimos todo con una sola palabra o con una sola palabra lo ocultamos todo?
Estoy aquí, a un paso del mar, y ni siquiera soy capaz de comprender dónde está el mar.
LA CANCIÓN DE LA NOCHE EN EL MAR (Rubén Darío)
¿Qué barco viene allá?
¿Es un farol o una estrella?
¿Qué barco viene allá?
Es una linterna tan bella
¡y no se sabe adónde va!
¡Es Venus, es Venus la bella!
¿Es un alma o es una estrella?
¿Qué barco viene allá?
Es una linterna tan bella…
¡y no se sabe adónde va!
¡Es Venus, es Venus, es Ella!
Es un fanal y es una estrella
que nos indica el más allá,
y que el Amor sublime sella,
y es tan misteriosa y tan bella,
que ni en la noche deja la huella
¡y no se sabe adónde va!







































Maravillada me dejas, como de costumbre…
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Bello. El mar y el infinito. Algo que ha atraído a los seres desde la antigüedad. El mar y sus sonidos. El mar y lo desconocido. El mar.
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