
Frente a las prisas y las urgencias del presente, el invierno nos permite detenernos, nos aquieta, nos impulsa a contemplar, a ahondar en lo que sentimos, a percibir el efecto de todas las cosas.
El invierno es, en definitiva, la estación en la que el tiempo camina, reflexiona.






































Preciosa fotografía y magnífica reflexión!!
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Enrique, todo cuanto dices sobre el invierno es verdad, pero no dejarás de reconocer que es la época donde el frio atenaza el cerebro y necesitamos de guantes para evitar la congelación de manos y pies. Es precioso ver ese clima tan duro y a la vez precioso, en especial en algunas zonas, pero valla tela cuando las palabras se hielan y el humo sale de tu boca. Ya sabes, me gusta todo aquello que sale de tí.
Un abrazo.
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