
Guadix es un laberinto rojo, una ciudad cueva, una catedral majestuosa y divina. Es la historia que resuena en sus cuevas y que se entrelaza con los extraños ecos de su pasado.
Guadix es tierra desnuda donde se forman, como si de cicatrices del tiempo se tratase, esas inquietantes formaciones arcillosas llamadas cárcavas. Guadix es, en definitiva, una adaptación humana al entorno… a la naturaleza.






































magnífica obra!! Y magnífica descripción de ése pueblo tan carismático
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