De una envoltura algo exagerada, esta simulación de acuarela sobre húmedo pretende conjugar los tonos grises con los verdosos, casi neutros en contrapunto con los tonos rosáceos del cielo que parece que quieren anunciarnos, no se sabe bien, si un amanecer o un atardecer.
Unos rojizos, casi cobrizos en la parte central e inferior derecha ponen el tono cálido al tema junto con un camino que se pierde entre algún que otro árbol y una azuleada en exceso neblina.
Enrique Reyes 
El cuadro me encanta. Preciosos colores y ambiente.
Pero el título me da un repelús…. jaja. Será por la semanita q estamos teniendo.
Es broma. Precioso.
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La armonía de colores es exquisita. De qué manera tan delicada has conseguido que se fundan montaña y cielo.
El paisaje me transmite desolación. La neblina lo envuelve todo en un halo de misterio y lo torna lejano y distante. Ni siquiera los tonos naranjas logran dar calor a tanto frío.
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La armonía de colores es exquisita. De qué manera tan delicada has conseguido que se fundan montaña y cielo.
El paisaje me transmite desolación. La neblina lo envuelve todo en un halo de misterio y lo torna lejano y distante. Ni siquiera los tonos naranjas logran dar calor a tanto frío.
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